lunes, 28 de marzo de 2022

Will Smith, la violencia legítima y el feminismo


 Sobre el incidente en los Oscar con Will Smith:

1. Chévere antes de hablar por Jada Pinkett, asumiendo una vocería pretendidamente feminista, esperar a que sea ella quien diga cómo se sintió con el hecho a todas luces violento en su contra y luego con la forma en que su compañero la defendió. No hablar por las mujeres, es un ejercicio de respeto y eso nos incluye también a nosotras. 
2. Hay marcos de análisis que nos ayudan a explicar ciertas situaciones y problemas. Pero no siempre se puede agotar allí la inmensa complejidad de la experiencia humana. Humanizar también es político. Este me parece uno de esos casos en el que el feminismo por sí solo no puede explicar todo lo que en ese evento se dio ni mucho menos puede llevarnos a deshumanizar a nadie. Además, una cosa es el feminismo serio, político y ubicado en el tiempo y en el espacio y otra el feministómetro inquisidor, lleno de clichés y lugares comunes que a lo que ha llevado es a una cacería de brujas y brujos.
3. Claro que la respuesta de Will Smith es violenta. Como violento fue usar el padecimiento de salud de su compañera come chiste, en un guion nefasto y burdo ya característico de este tipo de eventos. Como lo es también hablar del cuerpo o la apariencia de las personas en general y exigirle a las mujeres en particular cumplir con un canon de belleza hegemónico. Todo el evento, su lógica, sus decisiones (por ejemplo, el premio a la película encanto) y su procedencia, lo son. 
4. En una sociedad absolutamente violenta, donde la burla, el bullyng y la violencia hacia todo aquello que se salga del guion hegemónico; reaccionar, sancionar socialmente y condenar este tipo de violencias en el mismo instante que se presentan es vital. En ese sentido yo celebro la bofetada, que entre otras cosas debe ser para todos los que organizan el evento y quienes diseñan semejantes guiones pretendiendo ser "divertidos"; esa me parece una violencia legítima, oportuna y contundente. Una declaración políticamente correcta posterior al evento quedaría en el olvido en un instante.
5. Si la burla y la humillación contra esta mujer se hizo ante millones de personas, así mismo debía ser la sanción y la protesta. Entre otras cosas porque así se sienten y pasan las cosas en la vida real. Bajarnos de lo políticamente correcto también permite humanizar al otro. Y si ya la actriz había hecho público su padecimiento y lo mucho que la mortificaba, de seguro que los organizadores no eran ajenos al tema,  que su decisión de ponerla en el guion fue premeditada y que más allá de lo que se pudo ver en vivo, solo la pareja sabe toda la carga emocional que ha implicado el tema y la preparación para asistir a un evento donde estarían expuestos a la mirada de por sí ya bastante perversa de los medios y las demás mujeres y hombres que sí iban a poder cumplir con el canon hegemónico esperado en un evento como ese. Nadie sabe más que ellos con cuánta angustia recibieron el desacertado, violento y vulgar comentario.
6. En esto de los ideales y el deber ser, claro que hubiera sido chévere ver a la misma actriz subir al escenario para ella misma manifestar su molestia e incluso que otras mujeres se hubieran solidarizado al no hacer parte del supuesto chiste y hubieran sentado un precedente. Pero no pasó. Pasó lo que ya vimos y estoy segura, que si aplicamos el feministómetro inquisitorial, si Will Smith no se para y se queda riéndose o simplemente se hubiera quedado callado, también lo estarían destrozando en redes, que es lo que está tan de moda y es tan cómodo.
7. Sí, tenemos que trabajar para que las mujeres dejemos en el pasado esa indefensión aprendida que nos lega el sistema de socialización patriarcal, que de tanto silenciarnos y decirnos locas, de tanto no creernos y burlarnos, nos ha llevado a disociarnos de nuestra valía y poder. De nuestra verdad, de nuestra palabra. Del grito, del golpe legítimo para hacernos justicia cuando nos agreden. Hay mucho por seguir trabajando claro que sí, para que en un futuro Jada o cualquier niña, joven y mujer adulta no sienta que necesite a alguien que la proteja y la defienda. Y que claro, ya no tengamos que defendernos y protegernos porque el machismo y el sistema patriarcal dejen de existir y violentarnos, legitimar esas violencias y luego revictimizarnos si nos defendemos. 
8. Yo celebro la postura de Will Smith, que aún sabiendo lo que podía venirle pierna arriba subió al escenario e hizo lo que debía, aunque luego pidió disculpas. Sí creo que ese fue un acto de solidaridad, un acto compañero. Y vuelvo y digo siempre habrá violencias legítimas, que nadie puede equiparar con las violencias demenciales o premeditadas de este sistema opresor patriarcal, racista y capitalista. ¿Eso no es justamente lo que muchas veces les hemos reclamado cuando decimos que necesitamos que rompan el pacto patriarcal de silencio entre hombres? ¿O cuando nos han manoseado en el bus, no es eso lo que hemos querido que pase? 
9. Maluco que luego haya quitado autoridad a su accionar metiendo a dios y al diablo. Pero así y todo, hizo una crítica importante al proceder brutal de la industria mediática. 
10. Hay muchos otros temas nacionales de los que debemos ocuparnos. Que viva el gobierno del PACTO HISTÓRICO. Trabajemos para que se haga realidad. 
Att. Yo. Una feminista exiliada. 

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