Para desnaturalizar las diferentes formas de expresión masculina ligadas al poder, la fuerza, la agresividad... Para aportar elementos al debate y la sensibilización sobre un tema poco conocido y subvalorado y para sensibilizar a la comunidad en que otras formas de masculinidad son posibles!
domingo, 16 de febrero de 2014
Florence Thomas en Hooters
¿Qué opinión le quedó a una de las
feministas más fervientes después de pasar una noche en este restaurante
de comida gringa, donde la principal atracción son sus meseras?
"...Como no me aguanté, quise preguntar a algunos por qué iban a este lugar.
Esperando un sinfín de respuestas ligadas a la presencia de las
conejas-meseras, encontré respuestas bobaliconas y políticamente
correctas que alababan la comida, el ambiente relajado y la música.
¿Cómo? ¿Entonces, da lo mismo que estas incautas y cándidas chicas
sirvan comida en prendas tan ligeras y tan sexi-vulgares? Caray, regresé
confundida a mi mesa. O me tomaron por una feminista light, o estos
hombres, como ya la experiencia nos lo demostró, son hipócritas y
solapados. Decidí entonces reiniciar mi excursión, y encontré una mesa
de dos hombres maduros, de estrato alto, que por fin me dijeron lo que
quería oír: “La comida es rica, pero las niñas mucho más”..."
A mí modo de ver, puede sonar radical para muchos o trillado para otros, pero Florence habla con total coherencia sobre una realidad ya cotidiana en este país. En la cultura narco que nos gobierna se ha cotidianizado la imagen de la mujer voluptuosa, la mujer adorno, expuesta y lista para la satisfacción de los "otros-masculinos", y esto lejos de quedarse como un mero y exitoso tip de marketin, conlleva a un sin número de atropellos en la vida real y diaria de las mujeres. De modo que establecer la relaciòn entre los frecuentes casos de violaciones, torturas, acosos, y demás violencias hacia las mujeres bajo argumentos como que se visten provocativamente, como que los hombres no se pueden controlar, que estaban ebrias, etc., y este tipo de "servicios" ofrecidos por Hooters, no es tan descabellado y mucho menos radical. Es violencia tanto como otras utilizaciones del cuerpo femenino y promueve una mirada morbosa, mafiosa y de mercadeo sobre estas chicas y sobre otras, que conscientes o no, asumen vivir de y en torno a este estereotipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario