Un poco tarde, pero decidí escribir este artículo a propósito de la
reciente celebración mercantil y mediática del día internacional de la mujer
(léase de una sola). Si bien es cierto que muchos amig@s y seres queridos me
enviaron saludos y felicitaciones ese día, y los recibo con gratitud y cariño
pues sé que vienen con toda la mejor energía, quiero invitar-nos a una
reflexión, que por cierto, no es nueva pero sí es válido reiterarla cuanto sea
posible, pues no cala tanto como sí calan las fechas y celebraciones dominadas
por el mercado y el esnobismo capitalista que nos gobierna.
Quienes somos conscientes del origen trágico que tiene la conmemoración del
día internacional de la mujer (la negación milenaria de la humanidad, dignidad y derechos de las mujeres) y las muchas batallas libradas por las mujeres para
conseguir educación, empleo remunerado, representación y participación
política, entre otros derechos, nos resistimos con vehemencia a creer que ese
día, -porque es ese, uno solo y no otros días del año-, se pretenda que con
chocolates y flores, símbolos preferidos del patriarcado en su cara
supuestamente conquistadora y caballeresca, se honre a la mujer por su valor
(más bien difuso) en la sociedad... Ciertamente, el día ordinario de las
mujeres de carne y hueso poco o nada cambia por dicha conmemoración, en tanto que
el mercado se lucra infinitamente con la venta de artilugios, dulces, tarjetas,
flores y demás, dizque para felicitar a las mujeres, en un acto repetitivo,
carente de sentido, sin la más mínima muestra de respeto a la integridad de las
mujeres plurales, reales y ávidas de cambios concretos en sus ámbitos más
cotidianos en los cuales enfrentan toda serie de atropellos, discriminaciones y
persecuciones.
Hay quienes se preguntan por qué tanto drama e inconformidad cuando lo que
se quiere es homenajear a la mujer (siempre en singular). Para responder este
interrogante de los más desprevenid@s tengo otras preguntas:
Si cualquier día del año te
encontraras en tu camino a una mujer violada, ¿Qué harías? ¿Responderías solidariamente y le
regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si te cruzas un día con una
mujer que acaba de ser mutilada en sus genitales, ¿Responderías solidariamente y le regalarías
flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si entras a un almacén y te
encuentras frente a una mujer explotada y empobrecida que produce tus artículos
de consumo masivo en condiciones infrahumanas, ¿Responderías solidariamente y le regalarías
flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si ves que al bus en el que
viajas se sube una mujer con un bebé en brazos, en vez de voltear la cara y
hacerte el loco o la loca, ¿Responderías solidariamente y le regalarías flores y chocolates mientas
sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si mientras vas por una
calle de tu barrio a una mujer la acosan con “piropos” y obscenidades, ¿Responderías
solidariamente y le regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole
feliz día mujer?
Si a tu brillante compañera
de estudio de toda la vida la rechazan en un trabajo por su color de piel, ¿Responderías solidariamente y le
regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si te invitan a la
celebración de un matrimonio forzado entre un hombre mayor con una niña de 10 años, ¿Responderías solidariamente y le
regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si oyes que a tu vecina el
esposo la está matando a golpes por no tener la comida lista, ¿Responderías solidariamente y le
regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
Si una familiar tuya es
obligada a tener un hijo no deseado producto de una violación, ¿Responderías solidariamente y le
regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
¿Si a la bebé del lado de tu casa su abuelo la ha violado? ¿Responderías solidariamente y le regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
¿Si a tu hija un profesor de la universidad la acosa sexualmente para no reprobar su materia? ¿Responderías solidariamente y le regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
¿Si a las niñas de tu barrio las ha acosado y violado el párroco más querido por la comunidad? ¿Responderías solidariamente y le regalarías flores y chocolates mientas sonríes diciéndole feliz día mujer?
¿De verdad crees que un chocolate, unas flores y demás actos esnobistas
hacia las mujeres en el día de la internacional –mercantilista y patriarcal- de
la mujer: atenúan, sanan, resarcen, o hacen justicia a las violencias sufridas
por las mujeres y te hacen solidari@ con sus luchas?
La lista de preguntas podría seguir por mil hojas, en vista de la cantidad
de atropellos y vejaciones de las que aún son víctimas muchas mujeres a lo
largo y ancho del planeta. Pero ¿sería válida esa respuesta falsa, cómoda y
estandarizada para responder humana, solidaria y políticamente coherente con lo
que cada una de estas mujeres necesitaba? Creo que la respuesta salta a la
vista y es un NO rotundo e incuestionable, a menos que claro, se desconozca que
todas esas situaciones pasan y seguirán pasando en esta sociedad enferma en la
que a los hombres se los educa para dominar, poseer y maltratar, y a las
mujeres para ser mercancías de consumo, seres desechables, siempre incompletas
y culpables de todo lo que les pasa (trata, explotación, violaciones,
empalamientos, mutilaciones, feminicidios) por provocar al macho instintivo que
no puede controlarse...
Como verán, las mujeres de carne y hueso -no las imágenes irreales del
foto shop, o de las películas porno que tanto aman-, las mujeres estudiantes, obreras, madres,
hijas, indígenas, afrodescendientes –plurales, diversas-, necesitamos y
merecemos mucho más que artilugios del mercado y el esnobismo capitalista, para poder sentir que de verdad se nos reconoce nuestra
integridad, dignidad y nuestros derechos en todas sus dimensiones. Los chocolates y las
flores son insuficientes y responden más a un acto egocéntrico y esnobista por
parte de los hombres, a una lógica utilitarista y capitalista del mercado, y,
en todo caso, sino van acompañados de conductas y actitudes equitativas y
solidarias hacia las mujeres, sostenidas en el tiempo y en el espacio, se
convierten en un engaño en el que muchas nos resistimos a caer.
No cabe decir sólo que el día de las mujeres debe ser todos los días,
necesitamos que no haya más atropellos contra niñas y mujeres a lo largo del
mundo, ni en las escuelas, ni en sus casas, ni en las calles, ni en las
instituciones y demás contextos de los que hacemos parte las mujeres.
Necesitamos el apoyo solidario de los hombres que no volteen la cara ante un
atropello, sino que rompan con su cómodo silencio cómplice y hagan suya la
lucha por la justicia en la vida de las mujeres que les rodean y que en todo les compete. Necesitamos también que
las mujeres no caigamos en el espejismo que nos venden el 8 de Marzo, para
luego caernos de la nube más alta preguntándonos por qué a nosotras...
necesitamos poder vivir dignamente, caminar las calles en tranquilidad y dormir
en nuestras casas en plena confianza de que no nos asecha ningún enemigo
encubierto de novio, profesor, jefe, cura, gobernante... necesitamos más amigos
solidarios, más hechos, menos palabras, menos dulces y menos chocolates...
Por
Karina Sandoval Zapata